Típico levantarse un domingo y no saber si desayunar o almorzar. Despeja el óxido de toda la semana y es una nueva oportunidad para comenzar con buen pie pero surge la pregunta, ¿qué voy a hacer mañana?.
Un día para recargar las energías de tu alma y ser agradecido por lo bendecido que eres. Toma una respiración profunda y relájate. Disfruta de tu familia, tus amigos y toma una taza de café.