Frío en invierno y calor en verano, eso es lo sano, entre todos los Santos y Navidad, es invierno de verdad. El invierno trae consigo recuerdos enterrados en el frio , esperando ser descubiertos en el calor de una conversación junto al fuego, el frío nos desafía a buscar la calidez en quienes nos rodean y en los pequeños momentos de felicidad. El invierno nos enseña a valorar el calor del verano y a encontrar belleza en la fortaleza que se esconde detrás de la adversidad.