Si comparamos el río con la roca, el río gana siempre, no gracias a su fuerza, sino a la perseverancia. En silencio escuchaban el susurro del agua, que para ellos ya no era la corriente, sino la voz de la vida, de la existencia, de lo que siempre será.
Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.
(Jorge Louis Borges)









