En noviembre, la tierra se está quedando tranquila. Está haciendo su cama, una cama de invierno para flores y pequeñas criaturas. La cama es blanca y silenciosa, y mucha vida puede esconderse debajo de sus mantas. El viento de noviembre tiene un sonido diferente a cualquier otro. Es fácil imaginar la cueva de los vientos, donde nacen los vientos y los dioses los envían a conquistar el aire tranquilo