El sábado no entiende ni de idiomas ni de continentes, siempre nos hace tremendamente felices a todos. Huele a sábado, a vagancia, gozo, y olvido. Sábado es adrenalina, fantasía, relajación…un abanico de posibilidades que sólo decides tú, son para dejar vagar la mente por los deseos más latentes y sin presiones, y sin tensiones, amándole, son ese oasis entre tiempos de los que cada cual disfruta sin dar explicaciones ni seguir horarios.





