La cruz es símbolo de dolor, pero también de redención.
La Semana Santa es mucho más que una tradición religiosa; es un momento para detenernos, mirar hacia dentro y reconectar con lo que realmente importa. Este día sagrado nos recuerda que cada herida puede tener propósito. A través de un mensaje, una frase o una simple palabra compartida, podemos transmitir esperanza, fe y amor a quienes nos rodean. Que el silencio de este Viernes Santo fortalezca tu fe y renueve tu esperanza. Te deseo un Viernes Santo lleno de paz, fe y esperanza.




